Ya hemos visto cómo las últimas dos semanas estuvieron repletas de incidencias mundiales de ataques de malware a gran escala. Siguiendo un patrón similar, un reciente ataque de malware devastó el sector privado ucraniano y varios otros sistemas, como los cajeros automáticos y los sistemas de monitoreo de radiación en Chernobyl. Después de poner a la nación de Europa del este en un punto muerto digital, el virus se propagó a un área más grande que incluía América del Norte y el Reino Unido.
¿Quiénes se vieron afectados?
El gigante estadounidense de entregas FedEx Corp estuvo entre los afectados por el ciberataque. El Servicio Nacional de Salud de Inglaterra dijo que 16 hospitales y clínicas se vieron obligados a cancelar citas y desviar ambulancias como resultado de lo mismo.
A pesar de que Microsoft lanzó una solución para contrarrestar las vulnerabilidades de Eternal Blue que fueron explotadas por los piratas informáticos de WannaCry el mes pasado, Varios grupos y organizaciones no pudieron instalar los parches en medio de una serie de ataques. Esto creó otra oportunidad para los ciberdelincuentes, que no perdieron mucho tiempo explotando estas vulnerabilidades una vez más.
Entre los más afectados por esta infección se encontraba la empresa farmacéutica estadounidense Merck y el gigante naviero danés Maersk. Otros nombres importantes, como Cadbury Australia y otras marcas mundiales de snacks, también se vieron afectados por esta infección digital a gran escala. Además, una empresa rusa de ciberseguridad también ha confirmado que 80 empresas en Rusia y Ucrania están gravemente afectadas por el virus.
¿Quién es responsable de este ataque?
Aunque nadie lo ha afirmado todavía responsable de este ataque, los investigadores han descubierto que el virus es una cepa mutada del ransomware Petya. Como suele ocurrir, este malware cifra secretamente todos los archivos y luego exige un rescate de 300 dólares en Bitcoin.
Sin embargo, otras empresas de investigación involucradas en la investigación también han señalado la participación de herramientas filtradas de la NSA, como Eternal. Blue, que se utilizó para lanzar este malware a escala global.
El director global de información de ITD condenó la falta de responsabilidad de la NSA diciendo: ”La N.S.A. necesita asumir un papel de liderazgo trabajando estrechamente con proveedores de plataformas de sistemas operativos y de seguridad como Apple y Microsoft para abordar la plaga que han desatado”.
Los funcionarios ucranianos culparon a Rusia por este ataque. Pero como entre los afectados también se encuentran varias empresas rusas importantes, como Rosneft y Home Credit Bank, etc., por el momento no se puede demostrar nada.
Conclusión
El cibercrimen y el terrorismo digital ciertamente han dado un gran salto en los últimos dos años. La red mundial está repleta de millones de software malicioso, rootkits y criptovirus que han convertido el ciberespacio en un peligroso abismo. Dado que Petya estaba a la venta en la web oscura, ciertamente parece que veremos más ataques de este tipo y deberíamos anticipar más ataques de este tipo en el futuro.
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